Son muchos los testimonios de sucesos extraños en la delegación de hacienda de Vitoria, e incluso en los edificios que la rodean. Psicofonías grabadas en la segunda planta del edificio, de madrugada, donde claramente se escuchan los sonidos típicos de la algarabía de un recreo de un colegio.
Niños jugando y cantando canciones. Supuestas grabaciones de video donde se ve la figura de un niño ataviada con una especia de túnica. Vecinos que afirman escuchar risas de niños en la oscuridad la noche. Cosas que cambian de lugar, muebles que se mueven y que se encuentran tumbados sin que nadie haya accedido a esas salas. Manchas y figuras extrañas que aparecen en lámparas y en distintos lugares.
Un edificio conflictivo en sí mismo. Incluso por problemas con los guardias de seguridad, que no querían hacerse cargo de este lugar, se optó por eliminar la vigilancia humana y dar paso a la tecnología. Un caso todavía sin resolver que probablemente, todavía dé muchísimo que hablar.
Las apariciones del fantasma de “Andresito” nos lleva al corazón de Gasteiz, a la delegación estatal de Hacienda situada en la calle Olaguíbel. Según numerosos testigos, en este edificio mora el espíritu de un niño conocido como Andresito. En 1991, un periódico local dio cuenta de las primeras “apariciones en Hacienda”, hecho que, tal y como recuerda Enrique, fue motivo de bromas entre los vecinos de la capital alavesa.
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